O Parque Nacional da Peneda-Gerês, está ubicado en el Norte de Portugal, continuando en la región de Galicia en Espanha. Territorio que se estende desde a Serra da Peneda até a Serra do Gerês, englobando ainda a Serra do Soajo e a Serra Amarela, atravessados por dois grandes Rios o Rio Lima e o Rio Cávado, numa área total de cerca de 70290 hectáreas. Considerado pela UNESCO como Reserva Mundial da Biosfera. É uma das maiores atracções naturais de Portugal, pela rara e impresionante beleza paisagística e pelo valor ecológico e etnográfico, pela variedade de fauna e flora.
Parque Nacional Peneda-Gerês
Terras de Bouro
En todas las tonalidades de verde, la frondosa vegetación incluye un bosque de acebos, único a nivel nacional, y especies endémicas como el lirio de Gerês, que ilumina los campos con sus tonalidades azul-violetas. En las montañas Peneda, Soajo, Amarela y Gerês, que forman parte del Parque, ríos y arroyos corren por esa cascada y luego desembocan en embalses. Los paisajes son impresionantes.
En ocasiones se puede ver un corzo (símbolo del Parque) o su depredador, el lobo ibérico. Los más comunes son los garranos, pequeños caballos salvajes que corren libremente por los cerros. También se puede encontrar ganado barrosã y perros de Castro Laboreiro, de pelaje oscuro, custodiando los rebaños que, al ritmo de las estaciones, se mueven entre el brandy y el invernadero. Se trata de pueblos y zonas montañosas afines a la antigua trashumancia, donde hoy en día sólo se mueve ganado: valles y altitudes bajas en invierno, lugares más altos en verano, según los pastos existentes.
En un recorrido por el Parque, Soajo, con su antiguo conjunto de hórreos de piedra para almacenar grano, puede ser el punto de partida hacia el oeste. También podemos ver hórreos en Lindoso, donde vale la pena subir al castillo que domina el valle del río Lima. Un poco más al norte, podemos hacer un viaje hasta el pueblo de Castro Laboreiro, donde se crían los perros pastores de la región.
La montaña del sur es Gerês, cuya puerta al Parque, en Campo do Gerês, es la más cercana a Braga. En esta montaña se encuentran los embalses de los diques de Caniçada y Vilarinho das Furnas, lugares de gran belleza, habiendo sumergido este último el pueblo que le dio nombre, y cuya finca se exhibe ahora en el Museo Etnográfico de Terras de Bouro. En las cercanías de esta ciudad, los Santuarios de São Bento da Porta Aberta y Senhora da Abadia son centros de grandes peregrinaciones y peregrinaciones.
Saliendo de Campo do Gerês a pie, puede dejar el coche en la entrada de Mata da Albergaria y seguir el río hasta Portela do Homem. De regreso, podemos descansar en el balneario de Caldas do Gerês. Otra apuesta segura es seguir la bien conservada ruta de la ruta romana, con hitos que tienen casi dos mil años.
El río Cávado, que delimita el Parque al este, indica el camino a la presa de Paradela. Un paseo a caballo o un baño en el río es una invitación al relax. Para aquellos que realmente les gusta el senderismo, visite Pitões das Júnias, un pueblo donde se mantienen antiguas costumbres comunitarias. Está al final de la carretera y desde aquí a pie. Pero el paseo merece la pena, por las cascadas y pequeños arroyos que se cruzan en el camino o por la sorpresa de las ruinas de un antiguo Monasterio que aparecen en medio del paisaje.
Fuente: https://www.visitportugal.com