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ENDescripción Braga
Con más de 2000 años de historia y situada en la Región Norte y subregión del Cávado, Braga es la capital del Distrito.
Braga es una ciudad de enorme belleza y riqueza patrimonial, que combina la tradición a la innovación, la memoria a la juventud, la creatividad al conservadurismo.
Con más de 2000 años de una historia riquísima, posee uno de los Sacro-Montes más antiguos de toda Europa y porta-estandarte de la región Minhota, el Bom Jesús. Es en Braga, que es la catedral más antigua de Portugal y la Casa Madre de los benedictinos, el Monasterio de Tibães.
Braga presenta lugares que, por su intrínseca devoción y belleza, se imponen como marcos de obligatoria referencia y visita. El Santuario del Sameiro, el Buen Jesús y la Falperra, asentándose en una apelativa base religiosa, se rodean de extasiantes espacios verdes y paradisíacos paisajes.
El legado romano es otro de los factores atractivos de Braga, a menudo llamada la 'Roma de Portugal', el resultado de su origen en la ciudad romana de Bracara Augusta. Conocida por sus distintas iglesias, espléndidas casas del siglo XVIII, jardines, parques y espacios de ocio. La larga historia de Braga es visible en todo el esplendor de sus monumentos, museos e iglesias.
Visitar Braga es hacer un viaje en el tiempo dentro de la modernidad. Ciudad antigua y de religiosidad tradicional-siempre imponente en su riqueza y majestad- vive de la mano con el espíritu emprendedor y el espíritu joven en áreas tan vitales como la cultura, el comercio, la gastronomía, la industria y los servicios.
La diversidad de influencias recibidas durante siglos de otras culturas, son bastante visibles en la culinaria minhota. Aquí se destacan el arroz de pato a la moda de Braga, el arroz de sarrabulho con los rojones, las harinas (los embutidos de sangre de cerdo y harina de maíz), las bellas, los hígados y el verde (sangre) frito con ajo . Exclusivamente bracarenses, las sartenes, grandes pasteles de masa folhada con relleno de vaca y jamón, citadas como divinas por Júlio Dinis.
Es en la dulzura que Braga alcanza una mayor originalidad, con el pudín Abad de Priscos, el tocino del cielo, las vieiras, el pastel rey, los dulces de romería y los hidalguinhos de Braga.